Erotismo en pareja: ¿por qué es importante?

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“La sexualidad es un aspecto central del ser humano que está presente a lo largo de su vida. Abarca el sexo, las identidades y los roles de género, la orientación sexual, el erotismo, el placer, la intimidad y la reproducción” (OMS, 2006). En un abordaje más completo, está el concepto de que la sexualidad humana es la integración de cuatro potencialidades humanas que dan origen a los cuatro holones (o subsistemas) sexuales: la reproductividad, el género, el erotismo y la vinculación afectiva interpersonal (Rubio, 1994).

Una de las características más importantes del erotismo es su simbolismo, el cual traza guiones de conducta, formas de pensar y utilización de códigos diversos de comportamiento; por eso, a través de este simbolismo, se construye culturalmente el concepto de la relación, de acuerdo con la interpretación cultural de la pareja (Rubio, 1994).

La comunicación es fundamental para un buen erotismo

Cuando se conforma una pareja, esta se construye en base a toda una idealización de lo que será la relación. Una vez ya unida la pareja, se van añadiendo una serie de elementos que pueden llevarla a la crisis. Con cierta frecuencia, se encuentra que un problema recurrente en las parejas heterosexuales es un ejercicio del acto sexual sin un conocimiento de lo que el acto por sí mismo debiera ser, en el sentido de considerarlo una forma de comunicación amorosa en la pareja. Es frecuente entonces que el problema radique en una penetración brusca y dolorosa e incluso una eyaculación precoz sin haber llegado a completar la penetración.

Al explorar como terapeuta lo que sucede durante la relación sexual, no es difícil llegar a la conclusión de que el problema fundamental radica en la falta de comunicación en la pareja, donde las situaciones se ejecutan sin entendimiento de las necesidades del otro y mucho menos ejerciendo un diálogo asertivo. Se carece en absoluto de un juego sexual, de toda esa fase introductoria que genera una fisiología óptima para que la penetración se lleve a cabo con satisfacción y facilidad.

La importancia de la comunicación en la pareja radica en que esta debe comenzar con conocer sus gustos, preferencias, de qué forma quieren compartir las sensaciones del cuerpo, la estimulación de sus zonas erógenas y órganos genitales. Entender cómo disfruta el otro permite que mutuamente se satisfagan de forma respetuosa y amorosa.

Conoce a tu pareja

Para llegar a la fluidez del disfrute mutuo, la pareja debe conocer cuáles son las creencias limitantes, los prejuicios y la moral que se ha atribuido a la sexualidad. Esta situación ha impedido en numerosas ocasiones tener una sexualidad abierta y, una vez que la pareja conoce estos aspectos uno del otro, podrá abrirse a la creatividad en su acercamiento erótico.

Lo que se decida hacer en la relación de pareja debe partir de lo que le gusta a cada uno y siempre en consenso con el otro, no puede ser unilateral, ya que se hablaría de una relación no democrática, en la que uno es pasivo y el otro agresivo, y la idea es que, entre los dos, se establezcan los rituales que ambos consideren placenteros y gratificantes en la diversidad de posibilidades.

Incluir el erotismo en la sexualidad, a través del cuerpo, permite a las personas relacionarse consigo mismas y los demás, permitiendo el conocimiento de las zonas erógenas, estímulos visuales, auditivos, olfativos y kinestésicos (contacto del cuerpo) y el desarrollo de la sexualidad como parte importante de la expresión de la personalidad, historia de vida, lenguaje verbal y no verbal y construcción constante de una comunicación en relación con la corporeidad y las emociones, pensamientos que genera. Por eso es necesario evidenciar la prioridad del erotismo en la sexualidad y enseñarlo a las parejas, ya que el erotismo está incluido en la sexualidad.

Las tres principales características del erotismo

Las características del erotismo son: la utilización de códigos de comunicación, de rituales, la construcción de elaboraciones cognitivas que se dirigen a la satisfacción sexual, generando emociones y sensaciones orgánicas que se llevan a ejecutar acciones creativas y fantasiosas. Los actos simbólicos son la representación de esas secuencias de conducta (cognición y emoción), que dan un significado único al encuentro sexual, en el que cada uno genera encuentros sexuales con ceremonias, ritos, la apertura que exponen sus sentidos, contribuyendo a propiciar un nivel máximo de excitación y deseo (Prieto Pedraza, D., Torrado Díaz, L., & Cuervo Rodríguez, J., 2014).

La expresión gestual de la sexualidad es el erotismo, incluyendo cuerpo y cerebro, que confluyen en la experimentación del sexo (ser personas sexuadas y sexuales). Ser sexuado es tener órganos sexuales para reproducirse y es fundamental para los genes, las hormonas, la figura corporal, genitales y nuestra forma de reproducción, haciendo parte de la identidad y orientación sexual. El ser sexuales está relacionado con la expresión del deseo, el utilizar la energía sexual para entablar vínculos de intimidad y prácticas eróticas, aprendiendo durante el ciclo de vida lo que gusta o no en este proceso del erotismo.

La comunicación clara, abierta, respetuosa y asertiva en las parejas será la clave de una sexualidad satisfactoria y plena. El acompañamiento terapéutico de un psicólogo cuando existe algún tipo de insatisfacción en la pareja en la esfera sexual es indispensable. El proceso de acompañamiento consistirá fundamentalmente en psicoeducación y elementos de comunicación. Este servirá no solo para mejorar la esfera sexual, sino todos los ámbitos de la pareja, favoreciendo una convivencia sana y productiva.

Conclusión

La sexualidad humana es un aspecto fundamental que abarca diversas dimensiones como el sexo, las identidades y roles de género, la orientación sexual, el erotismo, el placer y la reproducción. La falta de comunicación en las parejas puede conducir a problemas durante las relaciones sexuales, afectando la satisfacción y plenitud en la vida íntima.

La importancia de conocer y comprender las necesidades del otro, así como superar creencias limitantes y prejuicios, permite abrir la puerta a la creatividad y la expresión del erotismo en la pareja. La comunicación clara y respetuosa, junto con el apoyo terapéutico cuando sea necesario, se revela como la clave para cultivar una sexualidad satisfactoria, contribuyendo al bienestar integral de la pareja y promoviendo una convivencia saludable y productiva.