Un cuidador primario es aquella persona, ya sea un familiar, amigo o vecino, que brinda apoyo físico, emocional o financiero, con o sin remuneración económica, a alguien que, debido a su condición de salud o edad, requiere ayuda para llevar a cabo actividades básicas como alimentarse, vestirse, mantener la higiene, desplazarse, cuidados de salud (curaciones o administración de medicamentos), transporte, entre otras.
En este artículo hablamos de:
Características de un cuidador primario
Características generales que suelen encontrarse en esta población:
- Mayoría de mujeres: La mayoría de los cuidadores primarios son mujeres.
- Falta de conocimientos profesionales: No siempre poseen conocimientos profesionales sobre las enfermedades a las que se enfrentan.
- Edad promedio: La mayoría ronda los 40 años.
- Estrés relacionado a crisis propias de la edad: Experimentan estrés relacionado con crisis propias de su edad, como cambios físicos, hormonales, en la relación de pareja (o separaciones), adolescencia de los hijos o “nido vacío”, entre otros.
- Horario no estipulado: No cuentan con un horario definido para llevar a cabo las tareas de cuidado.
Problemas de los cuidadores primarios
1. Necesidades del paciente: No es lo mismo cuidar a un paciente con insuficiencia renal que a alguien con Alzheimer o a un adulto mayor con dificultades motoras. Cada paciente requiere atenciones diferentes, conllevando un gasto económico específico y la necesidad de adquirir conocimientos y habilidades particulares.
2. Recursos personales para cuidar: La mayoría de los cuidadores atraviesa crisis personales. La capacidad para manejar el estrés, gestionar emociones, buscar apoyo social o profesional afecta su capacidad para abordar situaciones problemáticas. El estrés constante en la vida personal del cuidador puede hacer que las tareas de cuidado se vuelvan abrumadoras con el tiempo, afectando tanto al cuidador como a la persona a su cargo.
3. Recursos familiares y sociales para cuidar: Una complicación común es asignar al cuidado como una tarea exclusiva de una persona en la familia. Esta percepción de ser la única responsable puede afectar la salud del cuidador, su participación en actividades recreativas, y su capacidad para atender otras relaciones personales y laborales.
Cuando un cuidador primario se enfrenta a estas dificultades, impactando significativamente en su bienestar físico o psicológico, se puede decir que está experimentando el “Síndrome de Cuidador Primario” o “Síndrome de Cuidador Quemado”. Bajo este síndrome, es probable que desarrollen enfermedades físicas debido al cansancio y estrés, incluso aumentando la posibilidad de ignorar síntomas de alguna enfermedad, impidiendo un diagnóstico o tratamiento oportuno.
Síntomas presentes en el síndrome del cuidador
- Alteraciones o privación del sueño.
- Cambios en el peso, pérdida de apetito.
- Aumento en el consumo de sustancias nocivas.
- Dolores de cabeza constantes.
- Dificultad de concentración.
- Apatía, pérdida del interés o disfrute de actividades.
- Ansiedad, depresión o estrés crónico, irritabilidad.
- Sentimientos de culpa, tristeza y aislamiento social.
Tratamiento para el cuidador primario
Un tratamiento psicológico dirigido a cuidadores, ya sea para prevenir o abordar la sintomatología, incluiría trabajar en la gestión de emociones, manejo del estrés, establecimiento de límites familiares, resolución o mediación de conflictos familiares, y preparación para el duelo, según el caso.
Sin embargo, debido a las condiciones, puede resultar complicado para un cuidador encontrar espacio para atender estas dificultades. En algunas ocasiones, es necesario buscar apoyo externo para recibir la ayuda necesaria. ¿Cómo cuidar a un cuidador?
- Apoyando con tareas en el hogar.
- Escuchando y atendiendo sus necesidades.
- Creando roles de cuidado para la persona enferma.
- Contribuyendo económicamente.
- Validando sus sentimientos de cansancio, estrés o frustración.
- Buscando ayuda psicológica.
Si eres un cuidador primario y te identificaste con algo de esta información, se recomienda hablar con familiares o personas cercanas al respecto y buscar ayuda profesional. Es esencial entender que el cuidado debe ser bidireccional.
Este artículo fue escrito por María del Rocío Martínez psicóloga de Terapify que como psicóloga brinda un espacio terapéutico es que, entre tu y yo, construyamos un espacio seguro que ayude a tu crecimiento personal y a conseguir los objetivos/cambios que deseas en tu vida. Agenda una cita con ella aquí