Este tipo de tratamientos no solamente tienen efectos a nivel físico, sino que la mente también responde al «toque humano», pues mientras los recibimos, nos relajamos y aumentamos nuestros niveles de energía.
Por: Scape
Si constantemente experimentas tensión, estrés o dolor, un poco de contacto físico puede ser justo eso que necesitas para contrarrestar los que son los padecimientos más comunes en la actualidad. El masaje –término que según la Real Academia Española (RAE) consiste en presionar, frotar o golpear rítmicamente y con la intensidad adecuada, determinadas zonas del cuerpo, principalmente las musculares– se ha utilizado durante miles de años en muchas culturas para curar, calmar o aliviar el dolor físico y emocional.
Hoy en día, este tipo de tratamiento se emplea para una amplia variedad de condiciones y situaciones médicas, incluidos los relacionados con la salud mental. La Clínica Mayo reconoce el valor de la terapia de masaje como un aspecto fundamental para el bienestar y desde hace más de 20 años, comenzó a integrarlo como el entorno hospitalario durante casi 20 años.
¿Qué lo hace efectivo? Según la publicación ‘Muscle morphology and jump performance: gender and intermuscular variability’ de J Sports Med Phys Fitness, en primer lugar, los músculos y los tejidos se manipulan de forma estructurada y con un propósito. Este movimiento puede ayudar a reducir el dolor, alinear el cuerpo y mejorar la postura. Por otra parte, el masaje aprovecha el poder del contacto humano. El medio ambiente también juega un papel en el poder curativo del masaje y otros elementos como la aromaterapia, se usan a menudo para ayudar a la relajación o tratar diversos síntomas.
En la mayoría de los estudios relacionados –como el realizado por Cash, M. ‘Sports and Remedial Massage’ en Londres– se encontró que la sensación de bienestar en las personas analizadas, incrementó exponencialmente. Otras investigaciones realizadas por la Universidad de Harvard, también sugieren que un masaje o facil genera cambios positivos en el cuerpo, incluida una disminución de algunos químicos producidos por el estrés como el cortisol. Más allá de los beneficios específicos del tratamiento, las personas disfrutan de un masaje porque es sinónimo de cuidado, comodidad, dan una sensación de empoderamiento, que se refuerza gracias a la conexión que se da con los masajistas.
Sumado a esto, libros como el escrito por Clay, J. H., & Pounds, D. M. ‘Masoterapia clínica básica. Integración terapéutica-anatómica’, afirman que los masajes liberan endorfinas, consideradas los analgésicos naturales del cuerpo. También pueden reducir la frecuencia cardíaca e incluso puede fortalecer el sistema inmunológico. Entre otros beneficios a nivel mental están:
- Induce relajación mental y calma de temperamento.
- Mejora la capacidad de controlar el estrés y responder adecuadamente.
- Puede ayudar a ser más consciente de dónde se concentra la tensión muscular, así como dónde están los músculos tensos o las áreas dolorosas.
- Aumenta la conciencia mental y corporal de la «conexión del ser total» y mejora la conciencia emocional.
- Promueve mejores patrones de sueño.
- Ayuda a mejorar la concentración.
- Mejora la capacidad para el pensamiento tranquilo y la creatividad.
- Proporciona claridad mental.
- Revitaliza la mente.
- Reduce la ansiedad.
- Reduce la fatiga.
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Artículo proporcionado por Scape