La violencia es el uso intencional de la agresividad activa o pasiva, para causar daño, sufrimiento o miedo en otras personas. Este fenómeno se manifiesta en diversas formas, como el abuso físico, emocional, psicológico, económico o sexual y suele presentarse tanto en el ámbito familiar como en el social y comunitario.
La violencia puede involucrar acciones directas, como golpes o agresiones, o manifestarse de manera sutil a través de manipulación y control. Además, sus efectos pueden ser de corto, mediano o largo plazo, impactando significativamente la salud mental y el bienestar general de las víctimas.
Las consecuencias de la violencia incluyen el deterioro de las relaciones interpersonales, el desarrollo de traumas y la generación de entornos inseguros. Entender la violencia en sus múltiples formas es esencial para prevenirla y promover una cultura de respeto y paz.