Luego de dos años de dar un giro de 180° en nuestros hábitos de trabajo, las circunstancias han comenzado a cambiar de nuevo. Algunos volvieron ya a la oficina después de meses de trabajar desde casa, algunos otros iniciaron un formato híbrido que les permitirá seguir haciendo home office durante algunos días.
Sin embargo, en cualquiera de las opciones, es importante mantener como prioridad el cuidado de la salud mental, pues ésta es determinante en el desempeño diario, la autopercepción y la relación con los demás.
El cambio de la presencialidad al trabajo remoto y viceversa representa un verdadero reto para tu estabilidad emocional, pues surgen todo tipo de emociones mientras transitas a una “nueva normalidad”. Aquí te presentamos las herramientas que pueden ayudarte a superar estos retos.
Reconoce las emociones que te genera el cambio
No hay nada de extraño en resistirte a hacer cosas distintas, el cambio implica un riesgo e instintivamente te produce temor, sin embargo, de la mano de éste último pueden surgir otros sentimientos que te dificulten el proceso. Para saber qué hacer al respecto, es importante hacer una pausa y reconocerlos.
Cada persona responde de forma distinta al cambio. Hay quienes tienen más facilidad para adaptarse y seguir adelante, y hay a quien le cuesta trabajo desprenderse de lo que conoce. En ambos casos, existe la posibilidad de encontrarse con síntomas de ansiedad. Recuerda que es normal y hay varias técnicas para manejarlos.
Mantén ciertos hábitos
No todo tiene que ser distinto, puedes mantener algunas de las rutinas que ya tienes aunque tu forma de trabajar cambie. Por ejemplo, el desayuno que te preparas por la mañana, quizá dedicar algún tiempo para meditar o hacer yoga antes de comenzar el día, salir a caminar. Adapta tu nueva rutina a lo que ya tenías como plan del día.
Conservar algunas de tus rutinas te ayudará a percibir que aún hay algo de normalidad y tienes el control en las cosas que están sucediendo.
Está bien pedir ayuda
El proceso de volver a la oficina puede ser abrumador, pues no sólo se trata de volver a salir de casa y dejar la seguridad que tienes ahí, sino también de reencontrarte con el equipo, convivir otra vez con otras personas, reajustar tu tiempo y encontrar la manera de cumplir con el resto de tus actividades.
Además, hay que mencionar que los pasados dos años han generado una gran cantidad de estrés, pues experimentaste un periodo de confinamiento y puede ser que no hayas tenido la oportunidad de descansar o darte unos días de vacaciones.
Todo lo anterior puede generar un alto nivel de tensión y manifestarse en irritabilidad, desmotivación, cansancio extremo o depresión, y aunque existen formas de trabajarlo, es conveniente contar con atención profesional cuando es necesario.
La atención psicológica puede ayudarte a manejar el estrés laboral y los problemas que origina, como puede ser la falta de productividad o la desmotivación. Un psicólogo online o uno presencial es una forma de enfrentar los retos del home office y el regreso al trabajo presencial.
Referencias: